TEMA 3


LA CULTURA I LA VIDA SOCIAL

Obrim un nou tema totalment relacionat amb l'anterior, però amb conceptes nous: la cultura i la vida social. En aquest tema parlarem de POSICIONS I STATUS (SEGONS CAPITALS), VIOLÈNCIA SIMBÒLICA, SIGNIFICAT I SIGNIFICANT I HEGEMONIA I HÀBITUS.

L'autorepressió, el paradigma del contracte social.



D'ençà que al 1789, durant la revolució francesa apareix el concepte de ciutadanisme vinculat a a la subjectivitat de l'individu i a la necessitat de participació activa per el bon funcionament de la societat en construcció, aquest concepte s'ha anat deslligant de la seva essència i ha anat derivant en una objectivització de l'ésser, objectivització que tractem com a base de la pèrdua de la individualitat en pos de l'individualisme, es a dir, la subjectivitat en pos del subjectivisme; paradigma en el que es recolça la societat post-moderna.
La pèrdua de la subjectivitat, i la castració de l'essència transformadora humana, arriben com a resultat d'un llarg procés basat en la progressiva pèrdua de control sobre les nostres vides i sobre la nostra responsabilitat com a éssers socials; arriben en el fet de dipositar la nostra confiança en l'Administració i en els aparells coartius de l'Estat, augurant una estabilitat i una calma que aquest mateix s'encarrega de reproduir com a única alternativa al caos.
Cóm és que l'ésser humà perd la capacitat de confiar en si mateix i de autoorganitzar-se i accepta les figures de poder jerarquitzades com a única forma d'organització social?
Vivím en una societat que ha perdut la seva identitat individual al preu de crear una identitat colectiva, amb això vull dir que, en aquesta societat, es dona més importància a allò que ens uneix que a allò que ens diferencia, i que aquesta diferència pot ésser castrada de manera voluntària a fí de no sortir de la norma i no semblar un extrany; millor que ser l'"altre" és ser part de un nos-"altres".
El civisme i la pérdua de la subjectivitat.
La manca de responsabilitat en la transformació del medi en que ens desenvolupem, degut a l'alienació en la majoria de les esferes de la nostre vida, ens porten a reconeixer i a enfatitzar en les eines de control i a sentir-nos part integrant d'aquestes en el moment que l'Estat ens dona la oportunitat de participar d'elles. "Civisme al metro", "NO fumis a les andanes", "No pixis al carrer", "No lluitis", "No parlis", "No contestis"...maneres com l'Estat ens convenç de la necessitat de despertar al policia que portem dins i nosaltres ens sentim orgullosos de que aquest Estat ens tingui en compte i ens faci partíceps de la seva organització. Insubmissos i insubmisses a aquesta imposició són considerades DELINQÜENTS, per als quals també hi ha preparat un càstig.


Imatges d'una manifestació contra les Ordenances del civisme

" aprendí a correr, más tarde aprendí a volar, desde entonces no tolero que nadie me empuje para adelantarme. "

-Así habló Zaratrustha-
Fredherich Nitsche






LA ZANJA
La verdad, no sé. el olor de la tierra mojada me acompañó desde que tengo uso de razón. no tengo idea si apareció de repente. si yo lo creé. si había existido siempre. la verdad, no sé. el caso es que para mi siempre estuvo allí. aquella muralla arenosa cubría los costados del camino por el cual andábamos. recuerdo que antes era más pequeña, aunque también yo lo era. recuerdo también todo aquel tumulto. toda aquella gente, yo entre ellos, apretada, que con su paso a rastras, rítmico y cada vez más pesado desgastaba el camino, y de a poco, tornaban éste más oscuro y profundo. cosas de la erosión que contribuían a acrecentar cada vez más el surco por el que andábamos . así que aquella muralla no era tal, sino que se trataba en realidad de una tremenda zanja. a veces me pregunté qué se escondía allá arriba. no pasaba de una mirada fugaz hacia el cielo pues si me hubiese detenido, cómo ya me había pasado con anterioridad, la muchedumbre me hubiese atropellado a empujones. no creo que hubiera malicia. ya se sabe. tal vez una reacción en cadena. -Vamos avancen. uno empuja a otro porque el de atrás le empujó y que a su vez fue empujado por el de más allá. no les echo nada en cara. nadie me obligaba a seguir mi camino. nadie me prohibía salirme de él. entonces, porqué seguía. o hacia dónde me dirigía. encima de la ladera la incertidumbre me acechaba por igual. aún así algo me hacia pensar que lo que había allá arriba era mejor que esto. anduve un tiempo compadeciéndome de estos pobres ilusos que me acompañaban en el trayecto. a veces en voz alta. buscaba un poco de complicidad. tal vez alguien que me acompañara allá arriba. algunos llegaron a odiarme. sabia que necesitaba tiempo para meditar que hacer. pero tiempo era todo lo que me faltaba. a medida que abanzábamos, el surco se hacia más profundo y más angosto y sus paredes más difíciles de ser escaladas. pararme y obstaculizar el tráfico del gentío habría sido una mala idea. a esta altura la gente parecía decidida a llegar cuanto antes y cómo fuese a no se sabe bien bien dónde y abasallar, sin importar cómo, con todo lo que se interpusiera en su camino. en esos días relenticé el paso a causa de mis dubitativas y vi alejarse a compañeros que me habían acompañado durante todo el camino. debía ser rápido si quería salir de allí. eso estaba claro. así que me decidí por unos bloques que se veían en la ladera de la izquierda y por los cuales, reptando, podría conseguir llegar a la cima de la muralla. y así fué. escalando ante la mirada atónita, a veces casi indiferente del gentío fui avanzando, no sin realizar un esfuerzo casi inhumano que a veces me invitaba a desistir. mis compañeros de camino se iban alejando de a poco. sabía que ya, a estas horas, los había perdido para siempre. me entró pánico en medio de la muralla. qué hacía? que extraño impulso me había llevado allí, a hacer lo que estaba haciendo? y si estaba equivocado? y si allí encima tan solo descubría que había perdido un tiempo valiosísimo tan sólo por hacer caso a mis pueriles fantasías? tal vez aún no era demasiado tarde? tal vez había aún marcha atrás? al fin y al cabo en aquella zanja no se estaba tan mal. y yo colgado, con las manos ensangrentadas ya no me atrevía a criticar la postura cómoda de aquellos que seguían el camino marcado. no estaba yo ahora en una situación mucho peor que la de ellos? ahora quería ser uno de ellos. no haber abandonado jamás el camino. entonces, qué buscaba allá arriba? qué estaba haciendo con mi vida? mil preguntas me atormentaBan y mermaban mis fuerzas para seguir hacia arriba. cosa que ayudaba a acrecentar mis dudas sobre conseguir mi objetivo. realmente debía ir allá arriba? no sé bien bien qué fue lo que me impulsó a seguir. tal vez aquella sensación que jamás había tenido. o más bien dicho, aquel conjunto de sensaciones que esta vez llenaban mi cuerpo. el miedo. el dolor. la curiosidad. la inseguridad. sensaciones que hoy descubría en mi. cuando estaba allá abajo me sabía protegido. nada me iba a pasar. nada. ni bueno ni malo. nada. estaba protegido por todos aquellos que cómo yo seguíamos el camino marcado por nosotros mismos. me sentía cómplice. acogido. igual. pero ahora. ahora me sentía diferente. nadie marcaba mi camino. nadie me podía aconsejar. nadie me diría donde debería pisar. me sentía vivo. algo que jamás antes había experimentado y que me proyectaba mucho más allá de mi propio cuerpo. yo estaba en todo lo que me rodeaba. yo era aquella ladera. yo era aquél nuevo camino. no voy a decir que cuando llegué al labio superior que me separaba del abismo y se me descubrió qué se escondía allá arriba la imagen fuera paradisiaca. no era el Edén que había soñado. la verdad, no creo que la imagen fuera mucho mejor que la que se describía en el horizonte del camino zanjado. pero me decidí a caminar, no lo voy a negar, un tanto frustrado.a pasado tiempo ya. y aunque al principio pensé en correr e ir a buscar a los compañeros que abandoné en el camino ( ahora no tenía gente delante y podía correr ) desistí al darme cuenta precisamente de eso. ahora podía correr. podía parar. podía detenerme y meditar hacia dónde dirigirme, y lo más importante, preguntarme si realmente debía dirigirme hacia algún destino...

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